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Music by David Bazo

ENTREVISTA CON MOTIVO DEL LANZAMIENTO DEL CD «Time Traveller: The Time Trilogy».

Extracto de la Entrevista realizada a David Bazo por Antonio Pardo Larrosa*, crítico musical de la revista «Melómano» y autor de libros como «Sotto Voce» volumen I y II,»El don de la inmortalidad» o «El baúl de los génios», entre otros títulos, con motivo del lanzamiento del CD interactivo «Time Traveller» realizada para la publicación Cool Read Magazine (coolread.es) y que también puede leerse íntegramente en el apartado de contenidos extras de la aplicación incluida en el mismo CD del álbum.

*La entrevista se publica aquí bajo expreso consentimiento del autor de la misma.

Pregunta Antonio Pardo Larrosa: Como me gusta decir, para hablar de uno mismo, ¿Qué mejor que uno mismo para hacerlo?. Dinos, ¿Quién es David Bazo?

Responde David Bazo: Bueno… Dicen que para saber quién eres lo primero es saber de dónde vienes.
Y en mi caso el camino es largo, muy largo.

Empecé en esto hace más de 30 años, en una época en la que escribir y producir música no estaba tan de moda ni tan en auge, no había concursos en la tele para ser una «estrella», y desde luego y sobre todo no era una actividad barata, accesible, ni sencilla: Ni grabar, ni producir, y no digamos dar a conocer tu obra y poder venderla. Suena raro decirlo ahora, pero desde luego no eramos tantos en este negocio y nos conocíamos casi todos, porque la trinchera era más pequeña y los que luchábamos desde ella, menos.

Afortunadamente para los que nos dedicamos a esto de una forma u otra, el negocio y la actividad musical han cambiado mucho en los últimos 25 o 30 años, y eso en general, es algo bueno para los creadores, pero no tan bueno para intermediarios, subsidiarios y discográficas, a los que ahora les toca verlo todo desde el otro lado. Ahora muchas veces son ellos quienes te contactan y eres tú quien, si quieres, decides trabajar con ellos y no ellos contigo.

Ahora no hay que recurrir forzosamente a un sello discográfico para poder lanzar tu producto al mercado, no tienes que ir «obligatoriamente» a un estudio para poder grabar con la calidad y los medios adecuados, y no dependes tanto de infraestructuras de distribución, producción, edición o, por lo menos, no de la manera y la forma en que eran necesarias y obligatorias antes.

Hasta los medios de comunicación han cambiado. Ahora cuando vas a una entrevista en la radio, o das una rueda de prensa, te hacen preguntas con sentido porque se han escuchado la obra, aunque sea uno o dos temas por internet en el móvil solo unos minutos antes de la entrevista o rueda de prensa (práctica ahora muy habitual), y no como antes, que te pedían la grabación en soporte físico por triplicado con semanas o meses de antelación de manera imperativa, obra que inicialmente no escuchaban, y muchas veces la terminaban traspapelando antes de la entrevista. Ahora todo es más inmediato. Cuesta menos hacer los deberes. Hay más información disponible y más acceso a ella, y eso facilita la labor de todos.

Ahora tenemos la era digital cuando antes solo teníamos la analógica, y “todo” no estaba al alcance de “todos”. Ahora, en la época de la banda ancha, de la tecnología a precios contenidos, de la fabricación de equipos, software, ordenadores e instrumentos a precios asequibles, este mundo ha cambiado mucho. Para escribir y grabar música nunca ha habido una época mejor. Si además quieres darla a conocer y que la gente pueda adquirirla, te encuentras con un cuello de botella como hace 30 años, incluso más debido a la saturación actual de la oferta, pero a cambio, ahora cuentas con formas más rápidas, más económicas y cómodas para editar, y con menos de la mitad de intermediarios.

Y es que ahora somos muchos más porque las posibilidades también son más.
Ahora, con tantas herramientas de calidad a nuestro alcance, todo el mundo puede hacer sus pinitos en fotografía, en diseño, en literatura, en moda, en música… Y mostrar sus resultados al mundo en los escaparates que son las redes sociales. Ahora, todo el mundo puede ser creativo, expresar sus cualidades artísticas y compartirlas más fácilmente.

A modo de ejemplo, cuando yo llegué a dar más de 100 conciertos en directo, dejé ya de llevar la cuenta. Si me paro a pensarlo ahora, acumular tantos años de actuaciones en directo es algo que me parece digno de cierto mérito.

David Bazo en pruebas de sonido antes de un concierto

En cambio ahora, los méritos, los logros, y sobre todo, las consideraciones son, digamos… Distintas.

Ahora cualquiera graba una melodía en un cuarto en casa con un ordenador y un teclado controlador de plástico USB que no llega siquiera a 7 octavas, usando un solo dedo (o un acorde de tres) con las librerías, los sonidos pre-producidos y los programas que hay ahora disponibles, que permiten arpegiar, armonizar e incluso interpretar de manera expresiva automáticamente, y se autodenomina a sí mismo «compositor». Luego sube a una plataforma de streaming ese material, y por hacer eso anuncia que tiene un «sello discográfico». Gente que «hace música» a base de clics de ratón y se llaman así mismos «productores», que por subir videos a YouTube cantando una canción se catalogan a sí mismos como músicos, por tener un ordenador con muchos plugins VST descargados y una tarjeta de sonido USB proclaman que tienen un «estudio de grabación», o gente que actúa acompañada de música ya grabada previamente sonando de fondo anunciando que «tocan en directo», etc.

Ahora, si pagas cierta cantidad de dinero, no mucho, puedes hasta recibir galardones premiando tus álbumes o tu trayectoria artística. Te puedo dar nombres de varios premios previo pago, estatuilla y título o diploma acreditativo incluido. Hay muchas opciones donde escoger. (Risas).

Ahora importa más llamar la atención, la visibilidad al coste que sea y usando los medios que hagan falta. Desde buscar rivalidades y crear polémicas, a lo que es aún peor, intentar imitar u «homenajear» descaradamente a referentes célebres en el mundo de la música, o incluso copiar directamente lo que hacen otros, sean estos célebres o no. Ya no importa el contenido, lo que importa es (vender) el personaje.

Antes, en la época en que me inicié, no había nada de eso, tanta tecnología sustituyendo la interpretación y la creación, tanto postrureo, redes sociales, etc. Las cosas no funcionaban así ni se hacían de esa manera, sin tener conocimientos musicales y sin saber ni siquiera tocar un instrumento.

En definitiva, como puedes comprobar, e intentando responder a tu pregunta en detalle y con perspectiva, puedes ver que David Bazo es alguien que lleva mucho tiempo en esto, haciendo un montón de cosas distintas, tocando un montón de palos y que ha desarrollado su actividad en épocas diferentes, como la que te describo, que no están tan lejanas como cabe pensar. Alguien a quien a pesar del bagaje que da la experiencia vivida, y de venir de un periplo que ha sido tan largo, aún le resta mucho, muchísimo por aprender, porque el viaje en una actividad tan cambiante y evolutiva como esta es, como describo, un camino que empieza pero no termina nunca. Intento siempre mantener un perfil bajo porque sigo aprendiendo sobre muchas cosas, instrumentos que no sabia tocar, técnicas que no conocía, y mi impresión la mayoría de las veces es que sigo siendo un neófito integral embarcado en un viaje perpetuo.

Por tanto, David Bazo es un viajero en tiempo.
Como lo somos todos.
Bueno, quizá en mi caso, como ves, un poco más. (Más risas).

P. Llegué a tu música hace bastante tiempo de la mano de “La caja de Pandora” –qué casualidad (Risas)-, trabajo que publicaste en el año 2001. ¿Qué significó este trabajo, y qué diferencias hay con “Time Traveller”, tu última obra?

R. Casualidad o causalidad? … Dicen que el destino está escrito, Antonio. (Más risas)

Como digo, eran otros tiempos. Hoy ya no es así, pero en 1998 no podías sacar un disco a la venta de manera oficial y sobre todo legal sin una compañía discográfica detrás. Después de tiempo hablando con algunos sellos y de estudiar cómo operaban y cuáles eran las posibilidades, opté por montar la discográfica por mi cuenta, con la ayuda y colaboración de dos socios, y así nació “Pandora Music”, una sociedad que entre otras actividades económicas tenia potestad como productor fonográfico reconocido y autorizado por SGAE. A muchos esto les puede sonar excesivo, complejo y enrevesado, pero entonces eran las únicas opciones para editar profesional e internacionalmente un trabajo musical.

Con todo lo que tuvimos que sudar en el proceso para lanzar el proyecto combinado del CD y la sociedad, el disco supuso un antes y un después en mi periplo, ya que a partir de entonces fue cuando me planteé aumentar más la dinámica de estudio y limitar más el tocar e interpretar en directo con los grupos en los que estaba, cosa que terminé cumpliendo de manera definitiva años después. En ese momento fue la primera vez que me interesó trabajar en proyectos monográficos completamente originales y no hacer tantas cosas ni dedicar tanto tiempo a grupos, bandas, cantantes, conciertos, etc.

La consecuencia fue que, tras decidir que era el momento de editar algo y después de estudiar mucho el enfoque y la identidad que quería darle a la obra, partí de cero completamente, creando nuevo material para la misma. El resultado fue un CD muy New Age, pero con algunos tintes Folk y Rock. El concepto, prácticamente 98% instrumental. Algunos temas son independientes pero otros van encadenados entre sí. Donde termina uno empieza otro, compartiendo y fusionando dichas sonoridades.
Como bonus track incluí una suite de más de 16 minutos que años antes me habían encargado para una obra de teatro, y para la versión del CD grabé de nuevo todos sus fragmentos completamente.
A día de hoy sigo considerando esa pieza uno de mis pequeños logros.

La sorpresa fue la muy buena acogida que tuvo fuera de la gente que me sigue y de mis círculos habituales, y más aún tratándose de material puramente instrumental, ya que es un género que al público en general le interesa menos.

Tengo que decir que lo bien que le fue a “La Caja de Pandora”, sobre todo fuera de España, y las criticas tan positivas recibidas por temas como “Venetian Reverie (la Ciudad de los Canales)”, “Remebering You (Recordándote)”, “Inner Half (Mitad Oscura)”, “Nebula Cluster (Mar de Orión)” o “Home form the Sea (la Canción de los Pescadores)”, por nombrar los que parece que gustaron más, hicieron que la experiencia final de haber editado ese trabajo fuera muy gratificante. Siempre será álbum especial para mí.

Incluso más de 16 años después de su lanzamiento, aún hoy oigo y leo cosas verdaderamente conmovedoras sobre esa obra, y no de la gente que habitualmente me sigue, sino de gente que no me conocía de nada antes del disco y que se sorprende de su antigüedad. Esa es la mayor recompensa. Date cuenta que es un álbum grabado en 1998 y en el que no se usó ningún ordenador, en ninguna parte o sección de sus contenidos musicales. Todo son instrumentos interpretados a mano, sin scuenciadores, arpegiadores ni ningún ordenador o computadora involucrado en el proceso de grabación, mezcla o masterización. Eso se nota al escucharlo y me entusiasma que sea así. Hoy día podemos decir que es casi una pieza arqueológica de museo. (Risas).

Cabe destacar que la primera edición de “La Caja de Pandora” salió a la venta en el año 2.000, y la segunda edición en el 2.001, con algunos cambios con respecto al CD original, tanto en el contenido musical del mismo como en software incluido en el contenido extra multimedia dentro del CD ROM, (que sí esta hecho para ordenadores, y es algo en lo que fuimos pioneros en España y también en el mundo, como bien sabes). Aviso a navegantes: Los que aún conserven su copia de la primera edición, la del 2.000, tienen hoy en día una auténtica rareza, porque tras esa tirada inicial solo queda a la venta la segunda edición, que será la que se reedite en formato CD algún día… O igual no, solo siga a la venta en formato digital. No digo más!. (Risas)

App incluida en el CD «La Caja de Pandora» de David Bazo

“Time Travelller” es, por el contrario, una obra más actual, más electrónica y más eléctrica, más futurista, para reflejar la modernidad, el presente y el futuro. Y al mismo tiempo, más retro y más clásica, con mucho arreglo orquestal, para recrear el pasado, la ensoñación y el recuerdo.

P. Viviendo en una ciudad tan cosmopolita como Madrid, tan urbana, en el mejor de los sentidos, tan llena de movimiento y de vida, ¿Dónde encuentras la inspiración? y ¿Dónde se encuentra tu refugio?, tú sanctasanctórum…

R. Para eso, para inspirarse, hay muchos ejemplos, técnicas, y maneras. Tantas como grandes referentes hay en la historia de la música. Es un proceso muy particular de cada cual, supongo.

Beethoven fluía con la naturaleza, por ejemplo. Korsakov era un auténtico estudioso y de ahí, de esa férrea disciplina, tan eslava, nacía su trabajo. Dvorak era muy contemplativo a la hora de crear, y otros, como por ejemplo Tchaikovsky recibían mucho feedback epistolar, del que se nutría su obra.

En mi caso la inspiración viene impulsada sobre todo por la semántica, principalmente, y por conceptos visuales estáticos, en segundo término.

Aunque en mi opinión la inspiración no puede forzarse. Están muy bien principios como los de que la inspiración es algo que siempre debe pillarte trabajando, siendo constante; y otros como que el proceso creativo es 99% transpiración y un 1% inspiración, pero yo en mi experiencia no estoy del todo de acuerdo con ellos.

La inestabilidad o paz, o dicho de otro modo; las situaciones existenciales, el proceso vital y mental del individuo, son mucho más determinantes, y en mi apreciación, comunes a los más grandes genios de todos los tiempos y a sus más grandes obras, en cualquier ámbito o disciplina.
Tenemos mil ejemplos como Van Gogh, Goya, Warhol, Dalí o el mismo Tchaikovsky por citar algunos que me vienen inmediatamente a la cabeza, de entre muchos que podría nombrar.
Su inspiración, sus etapas, sus periodos artísticos, venían marcados por su estado vital y mental.
No es casualidad que algunos de los mejores ejemplos artísticos de la historia mostraran rasgos de claro desequilibrio mental o psicológico.

Las mejores canciones de amor del mundo se han escrito desde el desasosiego. Así nacieron las baladas.

Soy de los que entiendo el dolor o el éxtasis como catalizadores, funcionan mejor y son más determinantes que cualquier rutina creativa en términos de creación artística.

Y luego, por su puesto, está la dinámica de trabajo empleada, la metodología. Y el análisis. Eso es igual de determinante a la hora de lograr la inspiración. Para mí esa es la manera ideal de funcionar.

Bandeja interior del CD Time Traveller de David Bazo

En cuanto a un refugio, no puedo ser concreto. Puedo decirte aquello de que mi casa es mi castillo, pero creo que quizá el mejor refugio es el interior, el concepto mental, la idea y el desarrollo de la misma. Para eso da igual donde te encuentres.

P. Háblanos de tu último trabajo, “ Time Traveller”, idea que el escritor H.G. Wells inmortalizó en su obra “The Time Machine”. ¿Buscaste la inspiración en esta idea; es ese el concepto que define la música de esta obra? ¿Es un viaje hacia el interior o el exterior del ser humano? Cuéntanos David, ¿Qué vamos a encontrar en esta nueva aventura?

R. Mira, hay una frase, atribuida precisamente al propio Beethoven, enfatizando que el verdadero poder de la música reside en que es capaz de transportar directamente al oyente al estado mental del compositor. Estoy completamente de acuerdo con dicha afirmación. Y creo que puede extrapolarse también a otras disciplinas artísticas, como te decía antes.

Como has visto en la nota de prensa, a pesar del título del disco y los de algunos instrumentales que lo componen, la referencia contextual de este trabajo no es únicamente la obra de Wells. Como se explica detalladamente en la parte multimedia del CD, imbuidas en las canciones hay muchas otras referencias a los viajes en el tiempo tomadas de la ficción, de la literatura, del cine, etc, pero en este caso todas son un envoltorio, por así decirlo, para ilustrar el concepto del viaje temporal más puro, el psicológico: Ese que todos realizamos a diario, a todas horas, algunas veces de manera voluntaria y controlada, otras de manera obsesiva, irrefrenable o inconsciente.

Este trabajo trata exactamente de eso. Introspección profunda. Un descarnado autorretrato, como el de Dorian Grey. Soy el resultado de mis cicatrices. Asómate a mi interior y mira mis entrañas, sé participe de mis pensamientos, mis torturas emocionales, mis anhelos, mis esperanzas, mis miedos y mis heridas. Algunas aún sangran. Siéntelo y comprende.

No están las razones, no están los motivos, no te voy a contar exactamente qué paso, cómo pasó, y por qué.
Aquí solo vas a encontrar las consecuencias, los sentimientos, las sensaciones, las emociones, las punzadas, la agonía, el hundimiento, la decepción, la euforia, la pasión, la pérdida, los momentos.
Todo directo en vena.
Siéntelo todo, y comprende.

Y ahora, imagina: Imagina que pudieras volver a tus recuerdos, esos que aún supuran, o que pudieras volar hasta tus sueños, esos que te torturan…. Imagina que pudieras viajar en el tiempo, que pudieras corregir algunas de las cosas acaecidas, que pudieras arreglar o enmendar lo ocurrido, elegir otros caminos, tomar otras decisiones. ¿Cómo hubiera sido todo entonces? ¿Cómo serias tú?

Ese es el tema. La inspiración parte del dolor extremo, de esa tortura emocional. Y el enfoque fantástico es el contexto para enmarcarlo.

“Time Traveller” es un viaje al estado mental del creador de este universo y sus continuos viajes espacio temporales, alguien que siempre está de viaje. Siempre recordando, siempre soñando…
Es decir, siempre viviendo en el pasado, o visitando el futuro. Rara vez en el presente. Con todo lo que ello conlleva.

De eso es de lo que trata la obra, y la manera de explicarlo es a través referencias sobre los viajes en el tiempo que todo el mundo conoce. De Wells, por ejemplo hay ciertos pasajes muy ilustrativos que aparecen para dar forma al concepto que quiero ilustrar, pero también están presentes la composición visual del director del alemán Fritz Lang, de Robert Zemeckis, y también de Orson Welles y Jeff Wayne con sus innovadoras representaciones de la “Guerra de los Mundos”, etc.

Sobre todo, lo que vas a encontrar en este CD es una obra centrada en transmitir emoción e intensidad de manera directa y sin rodeos, tan evidentes y tan a raudales, tan básicas y tan primariamente expresadas, que quiero pensar que es fácil y sencillo para el oyente sumergirse en ellas.

La obra se compone de tres partes. “Time Traveller”, “El Viaje”y “The Time Machine”.
Los dos instrumentales largos “Time Traveller” y “The Time Machine” son piezas más conceptuales que exploran aproximaciones a la premisa o leitmotif del viaje en el tiempo desde el lado más fantástico o épico. Luego, entre medias de ambas, las piezas que componen la parte del disco denominada como “El Viaje”, reflejan lo que hablábamos, un viaje en el tiempo personal, que lleva desde emociones como la culpa y la búsqueda de perdón por los errores, los pecados incluso (reflejados en temas como “Redemption”) a la sensación de desamparo absoluto, de confusión, de no tener nada a lo que asirse, nada que te retenga (“Nomad”), a la tristeza, la pérdida, el anhelo de comprensión, la impotencia (“Child in the Storm”), arrepentimiento y soledad (“Fall Remorse”), pasión desenfrenada y sentimientos de pertenencia (“Esencia”), euforia extática (Sheep´s Eamcipation) o verdaderos síndromes de abstinencia y dependencia emocional (como “To Let You go”). De fondo, la desasosegada reflexión del tema “Back in Time”, esa que las voces del coro repiten sin cesar: “Libre… Libre… Qué pasaria si..?”.

Cuando entiendes todo eso, es fácil ver que los temas que conforman “Time Traveller” son ilustraciones de una emoción, y no narraciones de un sentimiento. Puedes llamarlo “Impresionismo Musical” si quieres. Cuadros como los de Monet, pero en vez de plasmados en pintura, en música.

O dicho de otro modo: Se trata de un museo de cuadros acústicos, de lapsos temporales capturados en sonidos, burbujas que atrapan momentos de mi pasado, visiones de lo que me obsesiona en mi futuro, y otros conceptos sacados de mi interpretación digamos artística, una visión algo distópica del futuro, o lo que verdaderamente me parece mas relevante, subjetivamente hablando, del recorrido que la humanidad ha escrito hasta ahora en su viaje en el tiempo, con más errores que aciertos. Todo ello reformulado desde conceptos de los clásicos referentes de la Ciencia Ficción, y enfocado desde cierta perspectiva introspectiva.

Todo esto viene explicado en el álbum, así como las referencias sonoras musicalmente hablando, de cada parte y canción de la obra. Desde luego, el oyente no se va a aburrir con “El Diario del Viajero”, la guía de audición de todo este embrollo incluida en el corte multimedia del disco!. (Risas)

App Multimedia incluida en el CD Time Traveller de David Bazo

P. Hay dos cosas que sorprenden en este nuevo trabajo: la primera, la gran variedad temática de tu propuesta, y la segunda, la instrumentación, tan rica en matices que una vez más, y esto hay que decirlo, determina tu propia voz; por tanto, ¿Cuál ha sido el proceso de creación?, y ¿Cuáles son las pautas que sigues a la hora de elegir un instrumento u otro?

R. Muy buena pregunta. Verás, a mi entender, la creación musical tiene muchas veces connotaciones parecidas a la pintura: Los colores que vayas a usar determinan el resultado, y viceversa. En la música no clasificada en un género determinado, pasa exactamente lo mismo. Las texturas a usar dependen siempre del concepto o las características que quieras representar en cada obra.

En ese aspecto, la aproximación sonora a este trabajo la tenia muy en mente desde el principio.

“Time Travelller” debía tener, por una parte, un sonido moderno, electrónico, eléctrico, para reflejar los conceptos más futuristas y técnicos, de cara sobre todo a los dos temas largos, más conceptuales y ficticios de la obra, y poder reflejar la modernidad, el presente y el futuro.
Y al mismo tiempo, de cara a ambientar “El Viaje” y los elementos más emotivos relacionados con eventos pasados, quería contar con algunas texturas más clásicas, con arreglos orquestales para recrear momentos más íntimos, introspectivos, ensoñaciones, recuerdos, etc.

Y a medida que avanzaba no me bastaba sólo con sonidos. Aquí había más, mucho más.
Había que añadir canciones, palabras que pudieran llegar donde la música no me permitía.

David Bazo en el estudio – Foto de Arturo Villarrubia.

Una de las razones por la que “Time Traveller” contiene tal número de canciones vocales, casi tantas como instrumentales, es porque hay unas cuantas referencias vitales y emocionales que era necesario ilustrar con contenido verbal. Una canción es, por antonomasia, algo que trasciende a la música en sí; no es otra cosa que una dicotomía entre música y lírica, entre melodía y verso, entre sonido y palabras, y por ende ambas deben funcionar e interactuar conjuntamente.

No me vale que la melodía sea bonita y el texto sea simplemente adecuado, que cuente cualquier cosa que se me ocurra, o simplemente quede bien y encaje. Tenia que encontrar el texto preciso para reflejar el sentimiento y la sensación emocional de cada vivencia: No narrarlo. Transmitirlo directamente. Hay algunas canciones que tienen pocos versos, otras muchos, y algunas solo unas pocas palabras. Si escuchas las letras, entenderás la naturaleza de “El Viaje”, su excesivo peaje.

Por eso además el disco contiene canciones en varios idiomas (algunos hasta inventados, como la aproximación ficticia que hago de la lengua enoquiana en la canción «Deus ex Machina», derivando sonoridades del latín clásico). Muchas veces es más fácil expresarse en lenguas ajenas a la cotidiana, sobre todo si el mensaje es muy íntimo.

Aunque en mi discografía podrias encontrar ejemplos y referencias de lo contrario, en piezas como por ejemplo “Reina Carmesí” (Sobre Juana I de Castilla) o “Beggar & King” (Sobre intrigas y luchas de poder en un mundo pseudo medieval), mi aproximación musical rara vez intenta narrar historias, ni siquiera en las canciones vocales. No es lo normal en mis planteamientos.

Esto es de las pocas cosas en las que las piezas incluidas en este trabajo son en algo comparables a las de “La Caja de Pandora”: Lo que intento que escuches es emoción, sensaciones o sentimientos en bruto. Directos y sin novelar. No te voy a decir lo bella y deseable que me pareces, lo vas a sentir, y no te voy a decir lo mucho que duele algo, lo vas a vivir.

En el apartado técnico de la obra, no soy de los que le duele en prendas decir que algunas partes de este álbum me han costado un trabajo enorme. He tenido que aprender cosas que no sabia, experimentar con cosas que no conocía, y trabajar todo a un nivel al que no había llegado nunca hasta ahora.

Siendo alguien que siempre pretende funcionar con los mínimos elementos a nivel instrumental y creativo, como los solos de piano que normalmente me hacen reconocible, tengo que confesar que algunas de las mezclas de este disco son lo más complejo a lo que me había enfrentado hasta ahora, con más de 26 canales simultáneos y con rangos dinámicos distintos, en especial en temas como “Time Traveller” y “The Time Machine”, que son instrumentales muy complejos y con muchos cambios de textura, forma y ritmo.

La primera parte del disco en especial, “Time Traveller”, es de pesadilla. Literalmente. En algunos minutos hay hasta 14 texturas sonando por segundo. ¡Por segundo, insisto! Sirenas de aviso de bombardeos en Europa, sonidos de los primeros discos duros de cinta analógicos, ametralladoras de los conflictos en Oriente Medio, faxes, impresoras, sonidos de ordenadores, telediarios, locuciones, voces robóticas, celebraciones, declaraciones, fanfarrias, discursos, emisiones telegráficas y radiofónicas, ruidos de satélites, campos magnéticos de alternadores, mecanismos, bobinas…Relojes, relojes y mas relojes… Todo ello a la vez y todo unido a la música.

Basta decir que para algunos de esos pasajes han sido necesarias más de 16 remezclas muy profundas y complejas, para obtener un resultado óptimo y que todo se oyera en proporción.
¡Literalmente para volverse loco!
…Que las partes de sintetizador y los efectos temporales no ahoguen el discurso de Gandi, que los mecanismos de los 9 relojes entrelazados no sofoquen las partes de guitarra, que los ruidos de guerra no tapen las noticias del caos mundial, que las partes orquestales no se coman los cánticos aborígenes Rapa Nui y los festejos del cambio de siglo, que se escuchen todos los idiomas del planeta representados entre los sonidos de la evolución tecnológica… He tenido que trabajar mucho tiempo, y aceptar muchas sugerencias y puntos de vista hasta llegar al resultado definitivo que puedes oír en el disco, que verás que es muy, muy denso.

Solamente la concepción y construcción acústica de los efectos sonoros de los diversos “saltos en el tiempo” que se escuchan en distintos pasajes del disco, fue labor de días enteros.

P. Una de las características más interesantes de “Time Traveller” es la inteligente utilización que haces de las voces. En este trabajo le das un gran protagonismo a este ancestral instrumento utilizándolo en varios de los temas. Explícanos a qué se debe esta decisión, fue algo premeditado, o fue surgiendo a medida que escribías la obra.

R. Absolutamente. Era uno de los objetivos prioritarios del proyecto. Las voces. Voces por todos sitios! Al final, conforme avanzaba la obra, se hacia un recurso aún más protagonista, como te explicaba antes.

En el CD participan 11 cantantes, que se dice pronto y rapido. Once!. Entre ellos Merche Trujillo, Mónika MNK, Paco Flor, Mayte Quintanilla, Pedro Rodriguez, Maria José Lucas “Nena”, Marina Torres e Irene Rod; todos de corte, estilo y características totalmente distintas, interpretando juntos y por separado en todos los géneros adecuados para este proyecto y de todas las formas posibles, algunas no muy ortodoxas o convencionales. Incluyendo un narrador, (Neville Jobson), y una locutora de radio (Desireé Campos), que participan en varios temas dando un toque totalmente diferente a lo que suele aportar la voz de manera tradicional a un tema musical.

Pero es que la cosa no queda solo en eso, sino que el disco también incluye a lo largo de todos los temas multitud de voces que suenan en distintas formas: Locuciones de noticias de todas partes del mundo, conversaciones radiofónicas de bombarderos de la Segunda Guerra Mundial, emisiones desde Cabo Cañaveral, voces con Vocoder analógico, sampleadas o alteradas digitalmente… Y muchos otros detalles y referencias en los que no puedo extenderme ahora, pero que vienen perfectamente explicados en la nota de prensa y ampliadas en el “Diario del Viajero”, la guía de audición de cada uno de los temas incluida en el CD.

Eso no solo dota a la música de las características necesarias para abordar la temática de trabajo que necesitaba, sino que han supuesto retos y dificultades inimaginables al principio a la hora de la producción y la grabación de los temas. Era cuestión no solo de echarle imaginación y creatividad, sino también muchas horas de trabajo.

Vale como ejemplo una de las muchas anécdotas de la grabación del disco, la del coro que participa en el tema “Back in Time”. Verlos a todos juntos en casa grabando, (por momentos parecía aquello el camarote de los hermanos Marx) fue digno de un documental que hubiera quedado excelente para incluirlo en el material extra del CD-Rom, pero que lamentablemente, con tanto lío ese dia, no se nos ocurrió hacer. (Risas)

Cuando les enseñé la base principal del tema y les hablé de lo que quería hacer con esa canción, que no es un tema coral al uso, por así decirlo, sino más bien una pieza al estilo de los musicales teatrales, les pedí que aportaran cualquier idea que se les ocurriera. Recuerdo aún cómo me miraron todos y a Pedro, un barítono experimentado y estupendo, muy serio, diciéndome:
– “Es que nosotros no tenemos costumbre de trabajar así. Normalmente el director nos dice o nos escribe lo que quiere que hagamos, y nosotros lo hacemos. Así se trabaja en el campo clásico”.
– “Lo sé, pero yo os pido que me digáis desde vuestro punto de vista, qué más creéis que se puede aportar a aparte de lo que yo he pensado, qué más se os ocurre que podemos hacer aquí o allí, a parte de lo que necesito que hagáis”.

Y funcionó!. Estuvieron fantásticos. Al principio les costó un poco aceptar el enfoque, que también podían aportar su visión sobre como abordar e interpretar el material, pero al final grabamos varias opciones distintas, algunas de ellas sugerencias suyas. Hasta Irene terminó sentada delante de las consolas iniciando las grabaciones y parándolas!. Se involucraron al máximo y en verdad se lo agradecí muschísimo. Conseguí lo que buscaba, lo que más me interesa en una colaboración: La sinergia bidireccional, que es lo que verdaderamente engrandece y enriquece la experiencia creativa.

Situaciones así ha habido muchas en la grabación de “Time Traveller”, la verdad. Muchas.
La experiencia fue única.
… Desde Mayte animándome a hacer toda su grabación del tirón, a pesar de que fuera una interpretación lejos de su registro y estilo habituales y haciéndolo fantásticamente bien, a Paco, sin camiseta en el estudio porque hacía muchísimo calor, diciendo después de cada toma y sin que yo le dijese nada: “Repetimos, repetimos… ¡Lo puedo hacer mejor!”, pasando por Merche que cuadraba cada toma como si hubiera cantado los temas desde niña, añadiendo matices más allá de lo que yo podía pedirle en cada canción porque entendía lo que cada interpretación requerería sin tener que explicarle nada; ver a Monika aportando y dándolo todo ante el micro a pesar de estar en los últimos y más difíciles meses de su embarazo, Neville grabado desde su estudio en remoto sus locuciones, preparando tomas con diversos énfasis narrativos con verdadera pasión, o Desireé, aprendiendo a pronunciar las palabras “Pasado” y “Futuro” para la grabación en 9 idiomas diferentes sobre la marcha, al mismo tiempo casi que las íbamos grabando… Momentos todos impagables.

David Bazo junto a la cantante Mónica Torremocha horas antes de un concierto (Foto de Raúl Sanz)

Recompensas que se quedan para siempre y que de ninguna manera se perderán como lágrimas en la lluvia, como temía nuestro replicante favorito, a pesar de emocionarme todas e incluso hacerme llorar algunas de ellas, literalmente. Monika puede dar fe de ello.

Las voces son parte integral y fundamental en el sonido de “Time Traveller”, y son una de sus características fundamentales, porque, como has oído, hay voces en 22 de los 24 cortes totales incluidos en el disco.

P. Y para finalizar, ¿Qué es lo que esperas de este nuevo trabajo?, y ¿Cómo piensas que va a reaccionar el público?

R. Como digo, y dado el estado de saturación y estancamiento del mercado discográfico hoy día, no soy muy partidario de editar todo catálogo o producción en formato CD, porque el público puede no reaccionar bien a la hora de adquirirlo. Le está pasando a todo el mundo.
Mucha gente consume ahora música de otra manera, a través de otros dispositivos, y pagar por un CD es algo que no todos quieren hacer o pueden permitirse tan a menudo como antes.

Además, continuamente vemos que se editan CD´s que son simplemente un conjunto de canciones, sin más. Es decir, reúno todas las que tenga en ese momento, o las que haya grabado este año, y ya está, las lanzo, las que sean, sin un hilo argumental o conexión, sin un valor añadido, sin nada.
Se lanza el CD por lanzar algo, como soporte, y salvo para los grandes superventas que a todos nos vienen a la mente, no creo que ese sea hoy día, repito, el camino más adecuado ni el más rentable para todos.

Me parece muy respetable, por supuesto, pero yo ese planteamiento no lo concibo a no ser que se trate de algo monográfico, como es en esencia “Time Traveller”. En este trabajo, por ejemplo, todas las piezas son parte de la misma, digamos, película. Una banda sonora ilustrada si quieres. Fragmentos de una misma novela, capítulos de la misma obra. Y al escucharlo lo notas: La “Trilogía del Tiempo” que conforma este CD está pensada y construida para escuchar cada canción en el orden que se presenta, de manera secuencial.

Hoy en día hay que escuchar lo que te dice tu audiencia al respecto, y tenerle mas cariño y mas respeto a los formatos en los que editas, y analizar cómo y sobre todo cúando utilizarlos. ¿Se puede hacer de otras maneras?. El formato que vas a usar hay que estudiarlo, y usarlo solo si merece la pena, si el proyecto en cuestión lo requiere y puede beneficiarse de él. A modo de ejemplo hay gente que, con criterio, por las características del producto que trabajan y su enfoque comercial, está editando en vinilo (DJs y de más) que como el CD, es un formato que limita el tiempo de duración y el número de temas a incluir en una obra, y cuya reproducción tiende a ser lineal. Y que además es un formato que no es el más barato de producir.

En mi caso, por ejemplo, se me han caído de la lista de canciones del CD un tema de estilo techno y una balada acústica en directo cantada por Merche Trujillo, que debía incluir en la obra pero que pude añadir como extras a la parte multimedia incluida en el CD junto con una remezcla con nueva instrumentación del tema «A Song for Belit», ya que por motivos de espacio no cabían junto con todas las canciones que habia ya includidas, que son en total 21 además de las 3 extra que he añadido en el contenido multimedia. Eso en otro formato distinto no me hubiera ocurrido. Y como mis CDs suelen tener duraciones muy largas, de entre 65 y 75 minutos, siempre es un problema añadido.

Entonces, ¿Qué hacer? ¿Qué soporte elegir? ¿Y si el resto del público fuera de mis círculos habituales no reacciona favorablemente a comprar ese formato?
Cuando eres tú el editor tienes que pensar y tener en cuenta todos esos factores.

Conversando con otros músicos que se autoeditan, como por ejemplo Juan Antonio Simarro, me doy cuenta que no estoy solo en ese planteamiento ni en esa apreciación, y que lo más adecuado ahora son las plataformas digitales de descarga o los soportes de ‘nueva’ tecnología, como los Pen Drives, etc, que están funcionando bien entre el público, y que permiten indexar otros contenidos además de la música, como partituras, etc, algo que como sabes siempre me ha interesado mucho, ofrecer ese «algo más» a los compradores, como los bonus interactivos que ofrezco en mis álbumes.

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Ese es el dilema, porque al mismo tiempo la gente que me sigue me pide aún que edite CDs, a pesar de todo. Es un formato que alguna gente sigue teniendo interés en tener. Y “Time Traveller” reúne esas características que te decia, por lo que un estuche temático diseñado panoramicamente para ilustrar el concepto del álbum, con unos contenidos dentro del CD para ampliar, profundizar y enriquecer el contexto…
Todo eso aquí sí tiene sentido.

En eso es donde creo que el publico puede reaccionar y puede querer respaldar la compra de un producto así frente a las descargas u otros soportes, en un formato que es, como si dijéramos, como un libro, o un DVD, con las tres partes de la obra incluidas, presentado en un estuche temático, unos extras incluidos en el disco, etc.

CD Interactivo «Time Traveller» de David Bazo (DBCD-002) – Foto Promocional

En cuanto a qué puede opinar el público de la obra, el gusto es algo subjetivo, y no deja de sorprenderme lo variada y curiosa que puede ser la valoración y la apreciación del oyente.

En los primeros test de pruebas de masterización con la gente que ha oído los temas, lo que más les gusta a algunos es lo que menos aprecian otros, y al revés!. Unos decían «Ese tema es el que menos me convence», y sobre ese mismo tema otros decían: «Muy original, sin duda el mejor tema del àlbum!» (Risas).
Eso es siempre así y será siempre la norma. Las opiniones son como la narices, todos tenemos una, la nuestra, y normalmente es única y distinta a la de los demás. No me preocupa ni me obsesiona que parte del material musical de este trabajo guste a todo el mundo, porque sé que es muy cambiante, muy ciclotímico, muy complejo en sonoridades, y no tan homogéneo en conjunto como era “La Caja de Pandora”.

También es un poco más profundo, más complicado de escuchar y asimilar que mi material habitual. Hay piezas en este trabajo que son una clara representación de un tipo lléndose literalmente al infierno acompañado de sus fantasmas y sus demonios.

Otras piezas reflejan una visión de la realidad muy particular, onírica y subjetiva, incluso en su manera de plasmar conceptos y planteamientos derivados de la ciencia ficción.

Fijate que al terminarlo pensaba: “Buf, ¡Esto es muy denso! La gente no va a ser capaz de reconocer todas las referencias sonoras, todos los matices, todo lo que intentan reflejar las piezas, van a perderse mucho de lo que hay aquí”. “¿Qué hago? ¿Regalo unos buenos auriculares con el disco y les obligo por contrato a escucharlo con ellos y fijarse en cada detalle? … ¿Escribo un libro guía explicando qué es cada cosa? … Espera, espera… Si!!! Eso último puede funcionar !!! ”(Risas).
Por eso, los extras que incluye el CD como “El Diario del Viajero” me parecen tan importantes en este proyecto.

Música, como decía al principio, hay mucha por ahí. Vivimos bombardeados por ella.
Que guste más o menos lo que oyes es ya visión personal de cada uno. Puedes apreciar todo, o solo algunas partes, cosas que te llegan más y otras menos.

Afortunadamente, el núcleo de la gente que me sigue es un público que es capaz de apreciar también la complejidad, la diversidad, la versatilidad y la calidad por encima del gusto subjetivo que puede aportar cada canción, y saben que lo que habitualmente produzco puede variar de formato, de dirección, estílo y género.
En mi caso, que se valore el esfuerzo, la originalidad del enfoque, o el nivel musical y la capacidad del trabajo desarrollado, es lo que espero y pido del público. Que encuentre interesante el material, la propuesta, y lo diferente que es “Time Traveller” con respecto a otros discos en lo que ofrece, tanto en lo musical como en lo técnico.

Al fin y al cabo… ¿En qué otros discos puedes “escuchar” explicada cómo funciona la teoría del espacio temporal (literalmente), cómo se activa una máquina del tiempo (con todo lujo de detalles), o cómo suena un salto en el tiempo (de nuevo, con todo detalle acústico) para entrar en una viaje temporal a través de las épocas, tanto a un futuro posible (en “The Time Machine”) como visitando momentos y escuchando a personajes que marcaron un antes y después en nuestro pasado (en “Time Traveller”)? ¿Dónde más puedes disfrutar todo eso reunido como aquí, en este estuche?. (Risas)

Ya más en serio. No soy el Barón Frederick von Frankenstein, soy plenamente consciente de la naturaleza de mi criatura. No es un disco común, tiene muchas partes, muchas sonoridades, muchos elementos… Tampoco es un disco pasivo, de fácil escucha, tiene sus valles y sus colinas, sus picos y sus bosques… De cada oyente depende juzgar por si mismo el resultado.

Es cierto que tengo curiosidad por ver la acogida que algo tan vanguardista y experimental tiene entre los oyentes!

Music by David Bazo


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NOTA DE PRENSA PRESENTACIÓN CD «Time Traveller”: La Trilogía del Tiempo (DBCD-002)».

David Bazo -”Time Traveller”: La Trilogía del Tiempo.

CD Interactivo «Time Traveller» de David Bazo (DBCD-002) – Estuche del álbum. Imágen promocional.

El CD interactivo multimedia de David Bazo “Time Traveller” reune un compendio de 21 temas, vocales e instrumentales en igual número, que se dividen para dar forma a las tres partes que componen la estructura de la “Trilogía del Tiempo”, y que ilustran y dan identidad a este trabajo musical.

La primera de ellas, “Time Traveller”, constituye la onírica y surrealista banda sonora de un viaje temporal a través de las épocas, en el que el oyente recorre algunos de los momentos mas inmortales de la historia contemporánea, como el descubrimiento de los nuevos continentes, la colonización de las zonas remotas de África o la Polinesia, el nacimiento de los nuevos movimientos sociales como la revolución industrial o la revolución francesa, el nacimiento de la tecnología con el primer mensaje telegrafiado y la primera emisión de radio, la irrupción de la segunda guerra mundial y sus bombarderos asolando Europa, la época dorada del cine en Hollywood, las celebraciones navideñas de fin de siglo, o la conquista del espacio y la llegada de la era digital, la información y la comunicación global.

El viaje en el tiempo recorre distintas culturas y lenguas, descubre y comparte las enseñanzas de personas esenciales y fundamentales en el desarrollo del pensamiento y la consciencia de la historia de la humanidad como Martin Luther King, Teresa de Calcuta o Gandhi, a la vez que refleja a otros tantos iconos de la civilización contemporánea como John Lennon, JFK, Nixon, además de clásicos del cine, la literatura y la música, entre otras referencias.

La parte de la obra denominada como “The Journey” es un recorrido por un sin fin de vivencias en un corto lapso temporal, en un caleidoscópico mosaico que incluye canciones que han sido números uno en listas de escuchas on line como “Nomad”, “A Song For Belit”, “Deus ex Machina” o “To let you go» (Out Of My Soul), entre otras tan destacadas como el bonus track “Esencia” o la obertura y primera parte de la pieza orquestal “El Lienzo en el Espejo” (The Canvas On The Mirror). “Back in Time”, una pieza vocal con reminiscencias místicas, de corte clásico y coral, grabada en colaboración con miembros de la asociación Coral y Cultural ENARMONIA, en cuya letra se bucea y plantea la posibilidad de viajar en el tiempo y sus inherentes consecuencias, resume toda la singladura del viaje, sus recompensas, avatáres y peajes: “Qué ocurriría si pudieras ir atrás en el tiempo?”.

La tercera entrega, el instrumental tema “The Time Machine”, con sus más de 17 minutos de duración es, al contrario que «Time Traveller», no sólo una banda sonora en tres dimensiones, si no que (al mas puro estilo radiofónico de Jeff Wayne u Orson Welles e incluyendo textos originales de H.G.Wells y referencias a las mas representativas obras audiovisuales del género de la Ciencia Ficción, como el revolucionario film“Metrópolis” de Fritz Lang), supone una fantástica experiencia interactiva en forma de película sonora, en la que el profesor Alexander Hartdegen hace las veces de sí mismo y del científico Emmet Brown de la famosa trilogía de Robert Zemeckis, y accionando sus máquinas, sumerge, guía y acompaña al oyente teletransportándole en el tiempo a través de todas las etapas y fases de un trepidante e impresionista viaje, lleno de contrastes, que comienza y termina el mismo día: A las doce horas en punto en la época victoriana en el Londres de 1900.

Presentado en un estuche con una concepción artística especialmente trabajada, con un diseño en formato panorámico, el CD incluye más de 71 minutos de música completamente original y viene acompañado de un corte multimedia ejecutable en ordenadores con sistemas operativos Windows y Apple (la App para MacOs X se ofrece en formato descargable), que incluye, entre otros contenidos extra, el “Diario del Viajero”, un cuaderno de bitácora en el que el oyente podrá encontrar una completa “Guía de Audición” para cada tema de la “Trilogía del Tiempo”, además de un documentado manual con cada uno de los elementos, sonoridades y referencias que componen e incluyen las canciones del disco, y material extra de la obra, como bonus tracks adicionales.

Si deseas obtener tu copia en CD de la obra “Time Traveller” de David Bazo, puedes encargarla directamente en las redes sociales oficiales, o bien mediante fomulario online en el la web https://davidbazo.info

El CD también se encuentra en venta mediante descarga digital directa a tu dispositivo favorito a través de Bandcamp en el siguiente enlace:
https://davidbazo.bandcamp.com/

iTunes: https://bit.ly/2QoI81h
Spotify: https://bit.ly/2xbno43
Amazon: https://bit.ly/2Qo5Ryx
GooglePlay: https://bit.ly/2xd7JRQ
Deezer: https://bit.ly/2ND306s

Puedes obtener más información de este y otros trabajos editados por David Bazo visitando los siguientes enlaces:
https://davidbazo.info/
https://www.facebook.com/DavidBazoMusic
Twitter @DavidBazo
Instagram @davidbazomusic

Esta aplicación para PC y MAC OS X forma parte de todo lo que te estás perdiendo si no tienes aún «Time Traveller: La Trilogia del Tiempo» de David Bazo*, un álbum musical dividido en tres partes con más de 1 hora y 20 minutos de duración total, donde vas a encontrar algo diferente a lo que has oido hasta ahora: Adéntrate en el tunel del tiempo y el espacio, visita las épocas de la humanidad, su história, sus logros y fracasos. O acompaña al profesor Hartdegen desde Londres en 1900 al futuro distópico en el que las personas ya no poseen humanidad y no pueden sacar la cara de las pantallas de los telefonos móviles. Viaja también con el protagonista, vive sus momentos y llora, sufre, ama, rie…
Todo esto y más es «Time Traveller».
Descubre todo lo que contiene!
* Edición Limitada hasta fin de existencias.
https://davidbazo.info
Twitter @DavidBazo
Facebook @DavidBazoMusic
Instagram @davidbazomusic

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NOTA DE PRENSA PRESENTACIÓN CD «El Lienzo en el Espejo» (0013-RRCD) DE ROSETTA SOUNDTRACK RECORDS.

Banda Sonora Original de David Bazo «El Lienzo en el Espejo» (0013-RRCD) -Foto Promocional

El Lienzo en el Espejo», Música de David Bazo, editado por Rosetta Soundtrack Records.
Album producido por Antonio Piñera y Pedro Ferrer Cascales
Dirección artística y diseño de Luis Miguel Rojas
Textos por Antonio Pardo Larrosa
Fotografía por Javier Llorente
Ilustración de Marta Jiménez Suárez

Disponible el 20 de Febrero en tiendas.
Ya disponible a través de Ediciones Rosetta!
Disponible en formato digital a través de Bandcamp.

iTunes: https://apple.co/3b4XAcx
Spotify: https://spoti.fi/38TObTi
Amazon: https://amzn.to/2QiTtS2
GooglePlay: https://bit.ly/33nyi6Q
Deezer: https://bit.ly/2Uaypy5
Bandcamp: https://bit.ly/3aT1FAe

«Madrid, 2008.
Un gran secreto lleva más de trescientos años sin ser desvelado. Cecilia es una joven artista que sufre repentinos problemas de visión. En su intento por controlar la enfermedad y entender el proceso creativo en el arte, descubrirá una serie de extrañas casualidades.
¿Dónde se esconde el lienzo que aparece en el cuadro de Velázquez «Las Meninas»?
Las claves del enigma cruzarán largas distancias hasta una fecha decisiva el bicentenario del Museo del Prado en el año 2019.
Las obras de artistas de la talla de Murillo, Sorolla, Picasso, Van Gogh, Sargent, irán tejiendo una trama de metáforas llenas de color e intrigas, que desvelarán uno a uno los enigmas, que el genial maestro convirtió en un juego de pistas en su más famosa obra.
Un apasionante viaje a través de la historia del arte, entre las pinceladas de grandes genios de la pintura, coleccionistas y un joven aprendiz de escultor enamorado de una bella dama.

David Bazo es el creador de la Banda Sonora Original para «El lienzo en el espejo», la novela de ficción historica de la escritora Artha Moreton. Un extracto de la música de la novela, “The Canvas on the Mirror”, está incluido en su último CD interactivo editado, “Time Traveller”.

La Banda Sonora creada por el músico Avant Garde/ New Age @David Bazo supone un apasionante viaje a través de una trama compuesta por 25 temas de estilo clásico, con una duracion de casi una hora, que tejen con maestría melodías y ambientes que abarcan misterio, drama, arte, historia y romanticismo.
Una partitura que aúna como pocas una versatilidad sobresaliente con una sonoridad épica y lírica, dentro de un arreglo orquestal de aire a romance español con piano, arpa coro y cuerda, que ilustra cada capítulo de la novela y sumerge de pleno en la historia.

El álbum de la banda sonora está ya disponible en #Bandcamp a través de la tienda de David Bazo que puedes visitar aquí: https://bit.ly/3aT1FAe o también puedes solicitarla a través de la página www.davidbazo.info o a través de las redes sociales oficiales Facebook: @DavidBazoMusic, Twitter:»@DavidBazo and Instagram: @davidbazomusic, y vive completa la experiencia literario/musical del momento!»

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CRÍTICA DE LA BANDA SONORA «The Beginning of the End of Nuclear Weapons» (DBCD-003)».

Banda Sonora de «The Beginning of the End of Nuclear Weapons» (DBCD-003)- Foto de portada por Tim Wrigth (ICAN). Todas las fotos copyright by ICAN.

Algunos de los galardones obtenidos por el film «The Beginning of the End of Nuclear Weapons».

Reseña publicada en la Revista Melómano, firmada por Antonio Pardo Larrosa

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Para comprar música de David Bazo, ahora puedes hacerlo cómodamente en forma de descarga digital, através de Bandcamp mediante el siguiente enlace., y tambien en Soundclick.com atraves del siguiente enlace.

Si deseas escuchar más música de David Bazo, pulsa estos enlaces: tanto temas puramente instrumentales de sus discos de estudio, como los temas vocales y los duetos en directo en los conciertos solidarios de su música que ha organizado hasta la fecha.

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